11.02.2012 03:00
el mundo de mi familia, del trabajo, de los amigos;
entre risas y ceguera, sin pensar en otra cosa... creyéndome feliz.
Feliz... porque ignoraba que existía algo más,
algo desconocido, entre la niebla,... algo inmenso y amargo;
algo más, mucho más, infinitamente más... un universo de silencio en ti.
Un universo desconocido para mí..., Vida, vida mía...
un universo... sin fin.
Y un día, sin avisarme, lo descubrí...
una revuelta dentro de mí... en mi corazón... en mi vida;
revolución silenciosa, vibrante y escondida, que una noche explotó;
muy distinta de aquella noche de verano, ... junto a la brisa del mar,
sentado en los escalones de un chiringuito, nervioso y con miedo,
pero lleno de encanto, lleno de aquel “para que no me olvides”,
... lleno de ti, Vida, amor mío...
lleno... sin fin.
Pero sabes, los dos lo sabemos bien, que existe el infinito...
un firmamento azul donde luce el Sol, la Luna y las estrellas...
y no me importa la belleza del Sol, ni de la Luna, ni de las estrellas...
porque tú, cielo mío, eres mi Sol, mi Luna y mis estrellas...
porque tú, lucero mío, siempre fuiste mi celeste... mi azul,
porque tú, vuelo mío, eres mi firmamento... todo lo que quiero,
... mi firmamento adorado, Vida, abrazo mío...
mi abrazo... sin fín.
Ahora mi mundo es otro...
mi mundo insignificante sin tu caricia, sin tu beso, sin tu aroma;
mi mundo que nada vale sin tu compañía, sin tu cariño.
Porque eres tú, preciosa mía, quien lo hace girar, como siempre lo hiciste;
eres tú, estrella mía, quien ilumina mi camino día tras día;
eres tú, corazón mío, quien ilusiona todo lo que soy;
...tú y sólo tú, Vida, cielo mío...
tú... sin fin.
© J.B. Mena